El manejo de la ansiedad
Dada la intensidad de los cambios físicos, emocionales y de vida que conllevan el embarazo y la maternidad, resulta esperable y completamente normal que junto a la alegría y la amplia gama de sentimientos positivos, la mujer embarazada experimente ciertos niveles de ansiedad.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es básicamente una sensación intensa de peligro o temor indefinido, que nos mantiene en estado de alerta. Aparece cuando ciertos estímulos internos como sensaciones corporales, pensamientos o imágenes son percibidos como una amenaza. Ante el despertar de estos estímulos, nuestra mente puede realizar una interpretación exagerada o incluso catastrófica, percibiendo estas sensaciones como mucho más peligrosas de lo que son, y haciendo que nos comportemos con los pensamientos como si éstos fueran realidades.
Además de esta sensación general de preocupación y alerta, en ocasiones la ansiedad puede darse en forma muy intensa y abrupta, a modo de lo que se conoce como crisis de angustia o ataque de pánico: esto es, la aparición temporal y aislada de miedo o malestar intenso, acompañada de síntomas como palpitaciones, sudoración, sensación de ahogo, entre otros.
¿Por qué puede aparecer la ansiedad durante el embarazo?
Durante el embarazo -más aún en el caso de las mamás primerizas-, así como en otros momentos de la vida que implican grandes cambios en períodos cortos de tiempo, día a día se van sucediendo un sinnúmero de experiencias nuevas. La embarazada puede sentir por momentos que se encuentra ante un estado de alerta constante, y que su pensamiento se ve ocupado por dudas, temores, preocupaciones, preparativos, cosas por hacer, turnos médicos y controles –lo que resulta más agotador aún que el cansancio físico-.
La ansiedad aparece muchas veces por el alto grado de incertidumbre sobre lo que se está por vivir: el parto, el nuevo rol de madre, el cambio rotundo de la vida cotidiana… Es tanto lo que no sabemos, que a veces el no saber-así como la sensación de no tener el control sobre lo que sucederá-, se vuelve difícil de tolerar.
Entonces, ¿es normal sentir ansiedad?
Como decíamos, cierta cuota de ansiedad es completamente esperable durante el embarazo, y es tan normal como sentir alegría. Lo importante para distinguir esta cuota esperable de un posible motivo de consulta, radicará en la intensidad, duración y frecuencia de estos sentimientos.
La vivencia de períodos de ansiedad e incluso de crisis de angustia en un momento estresante como es el embarazo, no implica por sí misma la existencia de un trastorno. Pero sí será preciso consultar con un profesional si estas crisis se vuelven frecuentes, generan una gran preocupación o malestar en la mujer embarazada (por ejemplo miedo a sufrir nuevas crisis), o afectan considerablemente su vida cotidiana (por ejemplo, no querer estar sola ni un momento, no poder ir a trabajar o realizar otras actividades habituales para ella).
¿Cómo manejar la ansiedad?
Aún cuando el monto de ansiedad que sientas se encuentre dentro de lo esperable, existen algunas actividades que pueden funcionar como herramientas para disminuir o manejar de un modo más saludable estas sensaciones:
- Asistir a un curso de preparto: contar con información clara, precisa y confiable de todo lo que experimentarás antes, durante y después del nacimiento de tu bebé es un elemento vital para el manejo de la ansiedad. Tener un mayor conocimiento sobre lo que vendrá de la mano de profesionales especializados, te hará sentir más tranquila y permitirá que tu capacidad de control sobre el proceso de embarazo, parto y postparto aumente considerablemente.
- Realizar clases de Yoga: existen muchas variantes y métodos, pero en general el Yoga tiene la gran ventaja de integrar tanto la actividad física como el ejercicio mental, trabajando sobre pensamientos, ideas y sentimientos. Muchos psicoterapeutas recomendamos hoy en día la práctica de Yoga como recurso terapéutico complementario para personas con problemas de ansiedad.
- Practicar meditación: nuevamente los ejercicios de meditación que pueden practicarse son muy variados, pero lo esencial de la práctica radica en lograr un estado de relajación consciente que acerca la atención hacia la respiración y la percepción. No se trata –como a veces suele pensarse- de poner la mente en blanco, sino de aprender a identificar y luego dejar ir gentilmente los pensamientos, planificaciones y preocupaciones, enfocándose en la percepción y en los sentidos. Existen prácticas de meditación guiadas por profesionales, en centros o institutos, audios que pueden descargarse de páginas web especializadas, entre otras.
- Hacer psicoterapia: en especial si sientes que la ansiedad se está volviendo algo muy intenso, frecuente o duradero en tu embarazo, la psicoterapia puede ser una herramienta de gran ayuda para el manejo de estas sensaciones. Existen profesionales psicólogos especializados tanto en el campo de la psicología perinatal (embarazo, parto y postparto) como en trastornos de ansiedad. Además es importante saber que iniciar una terapia no tiene por qué ser un proceso muy prolongado, que avance muy lento o que se remonte necesariamente a hechos de tu infancia: existen terapias focalizadas para este tipo de situaciones, que pueden generar resultados en términos de alivio de la ansiedad y mayor bienestar para el paciente en unas pocas semanas.