El primer parto siempre es incierto, genera inseguridades y ansiedad. Cuanto más nos preparemos y más conciencia tengamos de lo que puede ocurrir mejor llevaremos ese momento.
El día del parto
El parto es tan único e irrepetible que no hay muchos consejos que podamos dar generalizando este momento. Cuando asistimos a los cursos de preparto sí hay una serie de procedimientos y recomendaciones que debemos escuchar atentamente y tener en cuenta para cuando llegue el momento, sin embargo, será difícil poder seguir al pie de la letra todo lo que nos han indicado porque ese momento para ti será tan particular que probablemente no entre en ningún caso de los que has visto al 100 %
Sin embargo, no hay que dejar de estar informada y cuanto más sepamos de lo que puede ocurrir en ese momento mejor nos manejaremos llegado el caso y siempre es más apropiado llamar a la matrona y sacarte las dudas que quedarte con incertidumbres.
¿Cuáles son las preguntas que debes responderte antes de llegar al momento?
* Sobre la expulsión del tapón mucoso ¿qué significa? ¿si puede ocurrir varios días antes del parto? ¿cómo identificarlo? ¿si debes avisar a tu médico?
* Sobre la rotura de aguas ¿diferencia entre agua clara y agua oscura? ¿si significa que el parto es inminente o puede tardar algunas horas en comenzar? ¿cuándo acudir al hospital o llamar a la matrona? ¿si exclusivamente es algo que ocurre de golpe y te das cuenta al instante o puede haber otra forma de rotura de bolsa más disimulada que puedes no identificar?
* Sobre las contracciones ¿cómo identificar las contracciones de parto? ¿si las contracciones indican siempre el comienzo del parto o se pueden dar durante días sin ser periódicas y constantes? ¿cómo medir las contracciones que serán las que definitivamente estén iniciando el trabajo de parto?
* Sobre los momentos en los que se puede iniciar el trabajo de parto ¿Cuándo es conveniente dejar de conducir? ¿cuándo es conveniente estar preparado para salir al hospital (tanto tú, como tu pareja o apoyo familiar que necesites)? ¿Cuándo es conveniente dejar de hacer ciertas actividades que llegado el día te pueden encontrar en muy mal momento?
* Sobre el tiempo que debes esperar en casa ¿cuánto debes controlar las contracciones antes de acudir al hospital? ¿en qué momento debes avisar a la matrona? ¿qué puedes ir haciendo durante el tiempo que controlas las contracciones? ¿qué pasa si las contracciones de repente cesan y no sientes más?
* Sobre dónde acudir y a quién dar aviso ¿sabes a dónde deberás acudir cuando te pongas de parto incluso si es en un momento no planeado? ¿sabes a quién acudir para que te ayude? ¿qué medio de transporte utilizarás? ¿cuál camino tomarás en los diferentes momentos del día (tráfico, hora punta, mal tiempo) ¿qué debes llevar? ¿a quién darás aviso?
Planificar el momento aunque sea hipotéticamente, ser consciente de las opciones que pueden ocurrir, y estar preparado para varias alternativas te hará sentir más segura y cómoda cuando llegue el momento. Además puede evitarte situaciones de inseguridad que ocurren por desconocimiento. Justamente esa ha sido mi historia y por esa razón como BabyPlanner y como mamá te recomiendo que tengas toda la información de lo que puede ocurrir para que en ese momento no se generen las dudas. Te contaré la historia de mi primer parto para que compruebes lo que te digo.
Mi primer parto:
Cumplía 40 semanas el martes 19 de noviembre de 2013. El domingo 17 hicimos una comida con amigos en casa, sabiendo que pronto se complicaría esto de invitar a comer por un tiempo. Yo me sentía estupenda, y si bien esperaba que en cualquier momento ocurriera y llegara mi bebé, no estaba demasiado ansiosa.
Por la noche, ya cansada de todo el día me acosté como siempre, al día siguiente tendría un lunes tranquilo en casa ya con todo preparado para lo que estaba por venir pero no había habido ninguna señal que me indicará que el parto sería inminente. Dormí perfectamente hasta las 5 am cuando de repente me sentí algo “mojada”. Una amiga me había contado que sobre los últimos días se le había escapado el pis estando dormida y pensé que me había sucedido igual (algo que puede ser normal sobre esta altura). Me levanté al baño, me lavé, me cambié las bragas y volví a dormir. A los pocos minutos me desperté con la misma sensación, volví al baño, repetí el procedimiento y ya pensaba que era algo raro que no pudiera darme cuenta y controlar esos escapes. Volví a la cama, pero me quedé más alerta. A los pocos minutos volví a sentirme mojada, me levanté nuevamente, me volví a lavar y ya envuelta en una toalla intenté averiguar qué estaba pasando.
Sabía lo que significaba romper aguas, una sensación de que un cubo de agua cae por tus piernas, te moja abundantemente y te das cuenta de lo que está sucediendo inmediatamente. Sabía que así era como ocurría porque una de mis preocupaciones había sido pensar que podría confundir romper aguas con orinar pero varias mamás que habían pasado por eso me habían dicho “te darás cuenta si te sucede” “no es lo mismo que orinar, la sensación es diferente y la cantidad de líquido también”. Me había quedado más tranquila. Esto me convencía de que no había roto aguas, eso no era lo que me estaba pasando, al menos así creía…
Con mi marido durmiendo, yo envuelta en una toalla, sin ningún dolor, salí del baño y encendí el ordenador, debía averiguar qué estaba pasando y le “pregunté” a google “¿se puede romper aguas de a poco?» era la única alternativa que se me ocurría en ese momento. La respuesta en varias webs, blogs y foros fue que sí. Existe lo que denomina Fisura de bolsa amniótica y es cuando apenas se rompe por un lado superior y comienzas a perder líquido muy de a poco. En ese momento, con el ordenador sobre la mesa, el culo en pompa (no había querido ni sentarme para no manchar las sillas) y a las 6 am me di cuenta que mi parto estaba por llegar y que pronto conocería a mi pequeña.
No me quiero quedar con las ganas de contarte mi experiencia del primer parto y esto sólo es el comienzo, por lo que pronto habrá parte II. Pero lo que quería destacar hoy es que yo no sabía acerca de qué era la fisura de bolsa, desconocía completamente que esto podía ocurrir y eso me generó un momento de angustia e inseguridad. Vuelvo a insistir, cuanto más sepamos lo que puede ocurrirnos, más confianza tendremos para identificar lo que nuestro cuerpo nos dice y más disfrutaremos de este gran e inolvidable día.