En los dos embarazos, tengo varias experiencias diferentes de viajes y he querido compartirlas para que si vais a viajar tengáis en cuenta algunos detalles.
Mis viajes…
El primer trimestre: He viajado en el primer trimestre de ambos embarazos. La primera vez en tren, 5 horas. Como mi primer embarazo fue tan bueno, no tenía ninguna dificultad, viajé de maravilla y me pasé unos días muy relajada. En el segundo embarazo, en coche, hicimos una escapada de cinco días. No era un viaje muy largo pero tampoco era algo de unas pocas horas. Me tocó en época de náuseas. No puedo decir que me fue mal, en absoluto, tuve suerte de no tener importantes malestares pero es cierto que en algunos momentos no estaba del todo cómoda. Si sufres muchas nauseas quizás el coche no sea la mejor opción, el tren te permite ir al baño en cualquier momento y así lo llevarás mejor.
El segundo trimestre: También he viajado en el segundo trimestre del primer embarazo. Sin duda el mejor trimestre para viajar, más aún si es en avión y más si hablamos de viajes largos. ¡Fue todo un desafío para mí! Me atreví a 14 horas de vuelo sin escalas. Agotador… qué otra cosa puedo decir, pero la verdad fue un acierto hacerlo en este momento del embarazo. Aún estaba ágil, no tenía una barriga muy grande y no era en absoluto peligroso.
El tercer trimestre: Y como me gusta mucho viajar, también lo hice en el tercer trimestre. Nuevamente en coche, unas 6-7 horas. Para este trimestre el coche me parece la mejor opción. Tienes posibilidad de parar cuando lo necesites, de reclinar mucho el asiento si te hace falta, de comer cuando te apetece y no depender de horarios fijos. Obviamente puede ser algo más incómodo que un viaje no estando embarazada, pero es algo que puedes hacer y vale la pena.
Que debes saber…
Según mi experiencia personal, es bueno que te tomes los viajes que haces embarazada más relajada que lo que puede ser un viaje normal. Cuando he ido a ver familia, organizaba menos planes cada día, intentaba no solamente quedar para comer o cenar -Tenemos esa costumbre para quedar y nos pasamos las vacaciones comiendo con unos y otros, casi sin descanso y a ritmos que no estamos acostumbrados. Pues esto no es bueno en ninguno de los trimestres del embarazo-. Cuando hice viajes de turismo, intentaba no organizar planes de todo el día de un lugar a otro que no me permitieran descansar. Lo ideal es ir improvisando sobre la marcha y en función a cómo te sientes. Si estás mejor, pues a la aventura. Si estás más o menos, puedes dedicar el día a paseos más cortos, con más descansos y siempre cerca de aseos que puedas utilizar.
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Los paseos
Las caminatas son un ejercicio estupendo, y más aún cuando lo haces en un ambiente que no conoces y que anima a estar más horas en la calle y disfrutando. Pero tienes que cuidar ciertos aspectos:
- Estar muy hidratada: Procura siempre ir con tu botella de agua a todos lados.
- No cargar peso de más o de forma incómoda: Intenta no ir con tu bolso, es preferible que tu pareja lleve lo que necesitas, así puedes ir liberada para estar más ágil y no cargar tu espalda y hombros. Si insistes en llevar tu propio bolso, escoge una mochila. Éstas reparten mejor el peso pero de todas formas no la cargues demasiado.
- Vestir ropa adecuada: Es indispensable que estés cómoda, que no te duelan los pies, que no sientas presión por ninguna prenda apretada. Todo esto hará que los paseos sean mucho más confortables, puedas hacerlos más duraderos y disfrutes más.
- Cuídate la piel: Sal a la calle con protección solar, incluso si es invierno pero hay sol. Recuerda que durante el embarazo pueden aparecer manchas en la piel. Hidrata la piel y protégela del sol.
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Las horas de descanso y de comidas:
Es importante que recuerdes en todo momento tu bienestar. Estar de vacaciones te despeja la mente, te hace disfrutar mucho pero también debes recordar cuidarte y respetar tu cuerpo:
- Descansa bien: Ya sabes que lo necesitas, no son viajes para ir de fiesta y trasnochar. Puedes darte alguna excepción una noche pero lo ideal es que aunque salgas a cenar, vuelvas a una hora prudente que te permita dormir bien y descansar para el día siguiente. Recuerda que no te apetecerá quedarte en la cama hasta tarde si sabes que tienes mucho por recorrer.
- Permítete las siestas. No pasa nada si haces una siesta por la tarde, si sientes que lo necesitas. No te presiones y no intentes hacerlo todo, lo importante es que tu cuerpo te responda adecuadamente.
- Cuídate con las comidas: En vacaciones siempre nos pasamos un poco con la alimentación, nos relajamos y disfrutamos de todos esos caprichos que habitualmente restringimos. No es que no debes hacerlo (a menos que tengas que seguir una dieta estricta pautada por tu médico) pero sí debes prestar más atención que en cualquier otro momento. Tienes que cuidarte de no aumentar mucho de peso y también de no sentirte mal, indigesta o pesada. Escoge bien qué alimentos y su forma de cocción.
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El medio de transporte:
Pensar en el destino del viaje también significa pensar el medio de transporte:
- Si viajas en avión: Idealmente en el segundo trimestre. En el primero es más controvertida la cuestión, quizás depende de la cantidad de horas. En el último, si bien no es lo mismo el séptimo mes que el octavo, no es del todo recomendable.Debes hacer pequeñas caminatas dentro del avión al menos una vez cada hora. Los asientos son muy pequeños, y no hay lugar para estirarse. Levántate y recorre varias veces los pasillos del avión para hacer circular la sangre correctamente.Por otro lado, ten en cuenta que necesitarás un permiso firmado por tu médico que indique que estás en condiciones de hacer el viaje. La aerolínea seguramente te lo solicitará.
- Si vas en tren: Si bien estarás más cómoda también debes hacer paseos por el tren y levantarte periódicamente.Ideal en el primer trimestre más aún si tienes nauseas pero puedes utilizar el tren en cualquiera trimestre sin problemas.
- Si viajas en coche, tocará hacer más paradas que habitualmente. Ya sea para ir al baño o para estirar las piernas permítete tardar algo más pero ir haciendo paradas que te ayuden a viajar mejor.
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Otras consideraciones a tener en cuenta:
- Si viajas en verano, extrema las precauciones con sol y el calor: No sólo nos bronceamos cuando estamos en la playa. Un simple paseo puede hacerte sufrir una quemadura de sol importante o una bajada de presión por el calor. Siempre bien hidratada, y muy protegida vayas a dónde vayas.
- La maleta: Cuando armes la maleta ten cuenta las observaciones anteriores. No lleves ropa de fiesta como habitualmente lo hacías y sí más cantidad de ropa cómoda. Atención especial a los zapatos. No olvides tus cremas y protección solar. Será buenos que para el bolso de mano preveas llevarte algunas barritas de cereal, o frutos secos, o algún alimento ligero y energético por si tienes un ataque de hambre en algún sitio improvisto.
Por último, habla siempre previamente con tu médico: El profesional es el que te conoce y te dará los mejores consejos para tu viaje en particular. Él o ella deberían confirmarte que puedes viajar sin problema y qué otras recomendaciones particulares debes tener.