La mayoría de las mamás que han tenido al menos dos embarazos coincidirán con que el primero ha sido completamente diferente. Las diferencias las encontraremos en muchos aspectos pero que no tienen que ver con en el sentimiento que tenemos hacia el nuevo bebé
El segundo embarazo ¿por qué es tan diferente?
No tiene que ver con el deseo de tenerlo, de conocerlo, con lo que podamos esperarlo o quererlo, eso sin duda estará presente en cada embarazo. Es otro montón de situaciones prácticas y sentimientos que se dan alrededor de esta etapa lo que la hace tan diferente.
Por supuesto que cada embarazo es un mundo y que podemos tener síntomas completamente diferentes pero hoy me refiero a qué sensaciones nos provoca el segundo embarazo, y a cómo lo vivimos.
Por otro lado, si el primer embarazo ha pasado hace mucho tiempo, hablamos de 10 años por ejemplo, puede que nos encontremos con el segundo en situaciones más similares a las de la primera vez. En ese caso seremos algo así como una “segundas primerizas”. Quizás me refiero a las que quedamos embarazadas por segunda vez entre el primer año (las más aventureras) y los 4 o 5 años posteriores.
Las principales diferencias, desde mi experiencia:
La sorpresa de la noticia. Algunas porque ya lo intuimos al conocer más nuestro cuerpo, o simplemente por haber pasado ya por esa experiencia. Confirmar un segundo embarazo no te da esa sensación de subidón que te ha dado la primera vez. Ya sabes un poco lo que se viene y eso te ofrece otra perspectiva. El sentir que tu vida no cambiará tan radicalmente como la primera vez creo que influye también en la sensación de ese momento.
Las visitas con la matrona o ginecóloga. En el primer embarazo esperas cada visita con mucha ansiedad, el tiempo entre visita y visita se hace interminable. Con el segundo, debes apuntarte la fecha para no olvidarla, y la sensación al llegar el día es que deseas corroborar que todo está bien pero no esperas grandes novedades. Dentro de la consulta, con el primer embarazo tienes muchísimas dudas que te llevas apuntadas, procuras no olvidarte de nada y escuchar atentamente todas las recomendaciones. Con el segundo las dudas y las preocupaciones son menores, las explicaciones también y te dedicas mucho más a confirmar que tu bebé sigue su desarrollo que a descubrir por qué tu cuerpo actúa de determinada manera.
El tiempo que dedicamos a la barriga, a conectar con el bebé y a pensar en ti misma. Aquí, creo yo, la mayor diferencia y pese a que yo no pude cumplirlo, por experiencia te aconsejo que pienses en este aspecto y que intentes no caer en esta situación o al menos la minimices. Cuando ya hay un peque rondando por la casa es muy difícil encontrar tiempo y espacio para una. Siempre hay algo por hacer, siempre tienes una personita que te demanda, el tiempo nunca alcanza para todo de lo que debes ocuparte y no puedes postergar o dejar actividades que antes sí porque solo dependían de ti. En el primer embarazo, probablemente llegabas de trabajar a descansar, estar tumbada y si no te sentías bien ya ni siquiera te levantabas a preparar la cena. Con el segundo no podrás hacerlo. Al llegar a casa hay muchísimas tareas que hacer que necesitan que estés activa y en funcionamiento. Ya no tendrás el mismo tiempo que antes para ponerte crema, acariciar la barriga, hablarle o cantarle a tu bebé. Lo más probable es que pasen los días y que finalmente digas “si no fuera porque mi barriga me lo dice todo el tiempo ni recordaría que estoy embarazada”
La interacción con el resto de la familia y los amigos en torno al embarazo. Con el primero cada nueva ecografía, cada sensación en el cuerpo, cada novedad era transmitida a la familia y los amigos inmediatamente. Continuamente hablabas de tu bebé, de lo que sentías, enviabas fotos y videos que ibas haciendo para mostrar los avances de la barriga. Con el segundo, al dedicar mucho menos tiempo a estar relajada probablemente te hagas menos fotos, comentes menos acerca de lo que te va sucediendo, en fin compartas menos con tu familia y amigos este embarazo. Intenta al menos tener una foto de cada mes, compartir las ecografías y las novedades importantes.
Los preparativos para la llegada del bebé. Ahora que más conocimiento tienes sobre lo que necesitas, lo que te ha servido y lo que no, lo que puedes reutilizar y lo que debes comprar es cuando mejor deberías organizarlo todo y tenerlo todo previsto. Pues lo más probable es que suceda al contrario. Iras haciendo algún avance pero lo más probable es que esperes a estar de baja (si trabajas) para hacer las compras que necesitas, para preparar la ropa, los bolsos, para repasar las listas. La falta de tiempo te impide organizarte bien y si bien sabes qué y cuándo debes hacer cada paso lo más probable es que termines por dejarlo para último momento incluso con el riego de no llegar con todo al momento del parto.
Siendo muy sincera, casi culminando mi segundo embarazo y trabajando como BabyPlanner para otras mamás, muchas veces en este último tiempo he pensado “necesito yo de una BabyPlanner que me ayude con los preparativos de mi propio bebé”. A ver si revierto esta situación y éstos últimos días me dedico un poco más a organizar y preparar todo para su nacimiento.
¡Qué buen artículo! Es muy curioso y muy interesante cómo varían las sensaciones entre el primer y el segundo embarazo. Cada mujer es un mundo, por supuesto y lo más importante es que lo observen los especialistas indicados.
Gracias Lidia!! La verdad es que sí se pueden vivir experiencias muy diferentes entre los los distintos embarazos!!