Mochila o Fular Portabebés
¿Has pensado en una mochila o fular portabebés? Es muy probable que tendamos a pensar en el cochecito primero, pero también es normal que nos surja la curiosidad por tener una mochila o fular para determinados paseos o momentos de nuestro bebé..
Hay mamás que se arriesgan a no tener cochecito porque creen estar cubiertas con el fular o la mochila aunque como BabyPlanner no recomiendo que sea la única alternativa. El fular o la mochila pueden ser un gran aliado pero tenemos que pensar que no siempre estaremos dispuestas, con fuerzas, o con energía de cargar a nuestro bebé. Nuestra espalda puede verse muy resentida o simplemente necesitaremos cierta independencia para determinados momentos. Por otro lado, debemos pensar que seguramente un abuelo, una amiga o alguien muy cercano querrán también poder dar un paseo con nuestro pequeñín y no siempre podrán cargarlo. De allí la recomendación, contar con ambos elementos, nos permitirá escoger el mejor para cada ocasión.
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Sin embargo, hay que destacar que sí es un excelente complemento. Habrá muchas ocasiones en las que un corto paseo no requiere el cochecito, o será más cómodo, ágil y rápido hacer determinado recado sin tener que ir tan aparatosamente cargada. También nos ofrece la posibilidad de realizar alguna tarea en casa ya que nos libera las manos.
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Todo esto sin contar que los fulares o mochilas permiten un acercamiento mucho mayor, estimulando el apego y otorgan la sensación de tranquilidad y seguridad que ellos necesitan, ya que les proporciona el estar en contacto con el cuerpo de la mamá o papá.
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Por lo tanto decimos: Mochila o fular: útil sí, y aunque sólo es indispensable el amor de mamá, este producto es un recomendadísimo de BabyPlanner
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Entonces, la siguiente pregunta que nos hacemos es ¿Mochila o Fular?
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Hay grandes defensores del fular y la tendencia se inclina a que es la mejor opción para el recién nacido, debido a que permite la mejor postura del bebé (con las piernas en forma de “M” y con la espalda en forma de “C”) y un contacto más cercano y apretadito con el adulto. Por otro lado también es cierto que las buenas mochilas ergonómicas respetan esa misma posición de “ranita” y permiten las diferentes posturas en las distintas etapas del bebé.
Los fulares parecen complicados pero si aprendes te darás cuenta que luego es muy sencillo. Los hay más elásticos y menos. Los que son elásticos resultan más sencillos de utilizar e incluso puedes colocarlo y sacarlo sin deshacer el nudo (pero no podrás utilizarlo más allá de 6 a 7 meses). Los que no son elásticos aguantarán más peso, es decir podrás utilizarlo por más tiempo, pero tendrás que coger más práctica.
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Las mochilas ergonómicas son la opción al fular, no deberíamos comprar para nuestro bebé una mochila que no lo sea. Son las únicas que respetan la posición correcta del bebé (con las piernas en forma de “M” y con la espalda en forma de “C”) y por eso siempre debemos asegurarnos de que sea realmente ergonómica. Si bien hay varios modelos, lo normal es que sean aptas para niños hasta los 4 años por lo que serán mucho más duraderas. Permiten que con el crecimiento del bebé se puedan adoptar diferentes posturas tanto para el peque como para los papás. Pero es importante aprender a utilizarlas y saber que el bebé nunca debe ir mirando hacia delante colocado en la mochila. Para cuando son más pequeños generalmente traen unos adaptadores que sostendrán la cabeza erguida generando una mejor postura y más seguridad para el cuello. A partir de los ocho meses al año podemos utilizarlas en la espalda y esto será mucho más cómodo para nosotras.
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Por otro lado existen las mochilas llamadas «de montaña» para niños pequeños de 1 a 3 años. Estas son ideales para aquellos papás aventureros que no quieren dejar de hacer excursiones, importantes caminatas o viajes en lugares en los que sería más complicado acceder con los cochecitos de paseo. Estas mochilas generalmente están equipadas con sombrilla para protegerlos del sol, pueden mantenerse en pie con el pequeño dentro e incluso algunas tienen unas pequeñas ruedas. Sin lugar a dudas si no quieres perderte de las caminatas en la montaña es lo ideal!
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Lo que es importante antes de elegir, es que averigües, que investigues, que pruebes, sobre todo pruebes. ¿Cuál te parece a ti más cómoda?, ¿cuál crees que utilizarás más?, ¿con cuál te sientes más segura?, etc. Recuerda que lo que para otra mamá fue lo mejor no necesariamente sea la mejor opción para ti. Incluso si alguien quiere regalarte una mochila o un fular intenta poder escoger tú según tu criterio.
Portar al niño con una mochila portabebés tiene sus ventajas, por un lado, le brindas la confianza y la seguridad de verte y sentirte presente en todo momento, a diferencia de cuando lo transportamos en un coche donde no existe esa cercanía ni la interacción inmediata y permanente. También te ofrece la posibilidad de llevarlo de forma cómoda y desenvolverte con total independencia y libertad
Gracias Susan por compartir tu experiencia y comentario! La verdad coincido plenamente contigo!!!