Cuando llega el día del alta… Te apetece volver a casa y estar en tu hogar pero por otro lado sabes que a partir de ese momento todo cambia, el verdadero reto de la maternidad está comenzando.
Los primeros días en casa
Una vez que el parto ha pasado, los días en la clínica son muy intensos. Te sientes realmente emocionada, miras a tu bebé y no te lo crees, miras a tu pareja y sientes que conecta contigo como nunca. Mucha felicidad. También te sientes dolorida pero te están cuidando mucho, no tienes más que preocuparte por tu bebé. Cuando surge alguna duda, cuentas con profesionales a tu alcance que lo solucionan y te explican al instante. Estas tranquila.
Al llegar a casa, la situación cambia. Ahora ya no tienes dónde pedir consejos o resolver situaciones como cuando estás ingresada. Tú y tu pareja han comenzado una nueva vida que hace mucho que esperan y para la cual se han preparado, pero no conocen cómo será y probablemente no hayan dimensionado el sacrificio que conlleva.
Tener en un bebé en casa no es fácil. Los primeros días son duros, hasta que conoces a tu bebé, sus ritmos, sus necesidades. Puedes sentirte perdida, cansada, dolorida e inexperta. Tener ayuda esos primeros días puede ser muy bueno pero dependiendo de las circunstancias y las situaciones puedes preferir estar solo con tu pareja.
Es fundamental que evalúes y pienses bien las opciones qué tienes para esos primeros días y que pidas o aceptes ayuda de otras personas sólo si estás segura de que tu estabilidad emocional no se verá afectada. En ocasiones priorizamos la ayuda práctica (que nos hagan la comida o limpien la casa) a la consecuencia emocional que puede conllevar tener una persona más en casa, no sólo para ti sino también para el nuevo papá. No es buen momento para priorizar la ayuda práctica. Si vas a tener alguien en casa esos primeros días, asegúrate que eso no te provocará estrés, nervios o discusiones innecesarias.
Cuando en casa sólo son papá, mamá y bebé, el papá es quien debe tomar las riendas de muchas tareas para dejarte a ti en exclusiva para tu bebé y para ti misma. Además debe ser tu apoyo emocional para cuando lo necesites. Cuando cuentas con la ayuda de tu mamá o suegra, de una hermana o cualquier otra persona, ellas deben saber cuál es su lugar esos días, respetar tus espacios y tus tiempos, ser tu consejera cuando lo pidas pero sobre todo estar allí para que te olvides de las tareas de la casa. En este caso será bueno que el papá se involucre más con el bebé y que sea tu apoyo emocional cuando lo necesitas. Por último es fundamental que la persona que acompaña sea realmente una persona de confianza para ti, con la que puedas hablar de tus miedos, tus preocupaciones y sobre todo con la que no te sientas juzgada ni evaluada.
Para los primeros días en casa debes saber que lo más importante es que tú y tu bebé se conozcan, se conecten y comiencen a entenderse.
Ten en cuenta algunos consejos:
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*Descansar todo lo que puedas en todos los momentos que puedas. No es buena idea aprovechar las siestas de tu bebé para preparar la comida, ordenar la casa o poner una lavadora. Cuando tu bebé no te requiera debes dormir, comer o tener tiempo para ti (para ir al baño o ducharte). Intenta no hacer nada más.
*Las tareas del hogar ahora no son tareas tuyas. No te preocupes por la casa. Tu pareja o quien esté para ayudar debe ocuparse de esto y todo lo que no pueda hacerse no se hace.
*Dale tiempo a la lactancia. Si has decidido dar pecho, no te presiones, ni te preocupes si al principio cuesta un poco. Como hemos mencionado en otro artículo, la lactancia materna es un proceso de aprendizaje compartido. Recuerda que muy probablemente sea doloroso para ti pero date tiempo, pasará el dolor.
*Respeta y cuida tu cuerpo. Si has pasado una cesárea más aún, pero también si has tenido un parto vaginal, tu cuerpo “ha sufrido” mucho. Debes hacer reposo, cuidar tu cuerpo como te han indicado y tomar los calmantes que te han dado. Hasta unos cuantos días pasado el parto, te sentirás muy dolorida, te costará estar activa y moverte con normalidad. Respeta los tiempos que necesita tu cuerpo para recuperarse.
*Intenta dar un corto paseo cada día. Quizás no los 2 primeros días si no te apetece pero cuando ya hayas pasado dos o tres días en casa será necesario para ti salir a tomar aire. Tu bebé ya tendrá cerca de una semana y podrás sacarlo en el cochecito a dar un paseo al aire libre sin problema. Es fundamental que no te sientas encerrada y un pequeño paseo cada día, es ideal. Si es invierno puedes salir al mediodía cuando la temperatura es más agradable. Si es verano evita las horas de sol y sal por la tardecita.
*Conversa con tu pareja, una amiga o tu madre sobre lo que sientes. Expresa tus preocupaciones, tu agobio, tus necesidades. Muchas veces el hecho de expresarlo en voz alta ya te hace ver que no es tan grave como te parece y de todas maneras si hablarlo no hace que desaparezca, esa persona intentará ayudarte a superarlo y tendrás alguien que conoce lo que te pasa y estará allí para lo que necesites.
*No te avergüences por llorar. Tanto si es por emoción como si es por angustia, lo más probable es que llores mucho. Déjate llevar, verás cómo después de hacerlo te sientes mejor y más aliviada.
*Ni se te ocurra pensar ahora en recuperar tu peso. Los primeros días no son momento para pensar en eso. Tus emociones están muy inestables y tu necesidad de energía es muy alta (sobre todo si das el pecho) por lo que ahora no es momento para comenzar una dieta hipocalórica, ni privarte de algún gustito. Pasados unos cuantos días podrás comenzar, pero intenta estos primeros días no pensar en eso que no te ayudará a estar bien y con la energía que necesitas.
*Disfruta todo lo que puedas de tu pequeño. Ponlo sobre tu cuerpo cuando duerme, bésalo, míralo, huélelo. Siente esa conexión especial que hay entre ambos. Esto será lo más importante para salir adelante estos primeros días, será lo que te dará la energía para levantarte por la noche y para ser feliz.