La Hamaca
Relax para tu bebé, libertad para tus brazos.
Sin duda la hamaca ha logrado entrar en el mundo del bebé como un real aliado para las mamás. Hay quienes desde los primeros días comienzan a utilizarla y quienes esperan a los 2 meses del bebé pero sea cual sea el caso, nos permitirá tener más libertad a la vez que cuidamos su bienestar y relax. Gracias a la hamaca, podemos hacer alguna actividad, sentarnos a comer o incluso descansar pero estar al cuidado del bebé y junto a él cuando está despierto. La hamaca le permite estar relajado y descansando o jugando e interactuando con el ambiente. Para tu bebé será importante poder verte y sentirte cerca. Despierto en el moisés puede que reclame mucha más atención que si está “sentadito” jugando e interactuando contigo.
La hamaca la utilizaremos hasta los 6 meses aproximadamente (o hasta los 9 kilos) que es cuando nuestro bebé puede incorporarse solito y permaneces sentado con ayuda de laterales que lo sostengan. No es recomendable la utilización de la hamaca más allá de este período ya que el pequeño puede inclinarse hasta caer hacia delante junto con la misma hamaca.
Las normas de seguridad indican que la hamaca siempre debe estar sobre el suelo, nunca sobre una mesa o un sofá para evitar cualquier tipo de accidente. Además el bebé siempre debe quedar bien sujeto con los arneses, nunca suelto.
Es ideal que la hamaca cuente, para los primeros meses de uso, con el reductor. Éste sirve para mantener la cabeza y el resto del cuerpo ubicados correctamente y que ante un movimiento no pierda la estabilidad.
Justo antes de dejar de utilizarla, podremos aprovechar la hamaca no sólo para momentos de ocio o relax del bebé sino para comenzar con las primeras papillas, antes de pasar a la trona. A partir de los cuatro meses ya podemos ir incorporando alguna papilla semisólida y la hamaca será el lugar ideal para ofrecerle este alimento.
¿Cómo escoger?
En general nos encontraremos en las hamacas un producto con más similitudes que diferencias entre los distintos modelos. Quizás el diseño sea en donde encontraremos la mayor diferencia entre unas y otras. Más modernas, más clásicas, con más elementos de juego, pero en definitiva son muy similares. Una estructura metálica con pie y balancín, un asiento acolchado y anatómico que puede reclinarse en varias posiciones, un cinturón de seguridad con separador de piernas, dos asas para transportarla y un arco para juego y entretenimiento (no todas cuentan con este último elemento).
Es cierto que hay una característica que diferencia 3 grupos de hamacas y es el movimiento:
- Movimiento o balanceo manual: Son los adultos los que deben realizar el movimiento ya sea con la mano o con el pié
- Movimiento autónomo: El inicio del balanceo debe realizarse pero luego es la propia hamaca la que lo continúa. El inicio puede darse por parte del adulto con un accionar de movimiento o bien por parte del bebé a través del movimiento ligero de una pierna o un brazo.
- Movimiento eléctrico: Hamacas que funcionan conectadas a la electricidad o mediante una batería recargable o incluso a batería y que ofrecen un balanceo o varios tipos de balanceo programados a través de un pequeño motor.
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¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de escoger?
• Muchas son plegables, esto será más cómodo para guardarla. Es importante asegurarse de que el sistema de plegado pueda quedar completamente bloqueado para evitar cierres accidentales.
• Material del asiento: Mejor con tela transpirable y que pueda desmontarse para lavar. Será más confortable, suave y agradable que si es tela plástica.
• Asiento anatómico que se adapte perfectamente al tamaño del bebé o con adaptador para cuando es bien pequeño.
• Balancín que pueda bloquearse.
• Las asas deben estar bien unidas a la estructura, deben soportar todo el peso del bebé más el de la silla.
• Si cuenta con arco de juegos, siempre será más útil que pueda desmontarse.
• Cinturón de seguridad ajustable y de 2 o 3 enganches. Fundamental que sea con separador de piernas.
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Los extras. Más allá de lo más básico podemos encontrar hamacas con los siguientes “extras”:
• Hamacas que puedan elevarse o regularse en altura.
• Hamacas que incorporan música o efectos lumínicos.
• Hamacas con capota, ideales para el aire libre.
• Hamacas con diseños modernos y estilizados simulando mobiliario de adultos
• Hamaca convertibles: modelos que pueden convertirse en silla infantil o trona evolutiva
• Hamacas eléctricas con diferentes balanceos y regulación de velocidades. Además incorporan sonidos o conexiones a otros dispositivos.
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Escogido el modelo, buscando el diseño que más nos guste y las características más adecuadas según nuestro criterio, la hamaca será un maravilloso elemento para tener en casa desde los primeros días. Por otro lado también podemos contar con ella como un excelente obsequio para quien desee hacer un regalo muy útil y que no signifique un costo muy elevado. ¿El precio? Las hamacas oscilan de entre 50 € a 130 € y las eléctricas desde 160 € a 300 €