La ropa Premamá: 4 recomendaciones para sentirse guapa en el embarazo
Llegado cierto momento del embarazo, antes o después, comenzamos a sentir que la ropa que tenemos en el armario no nos queda, o por lo menos no nos queda bien. Es un momento que genera angustia, frustración, inseguridad y mal humor… No sentirse bien consigo misma es muy difícil de sobrellevar, más aún con las hormonas tan revolucionadas y aunque no lo parezca, en muchas ocasiones, tiene que ver simplemente con que nuestra imagen no es la adecuada. Un simple cambio de look puede hacernos pasar de “me siento fatal conmigo misma” a “qué guapa me sienta la barriga de embarazada”.
¿Cuándo necesitamos cambiar nuestra ropa?
Hay diferencias entre el primer embarazo y el o los siguientes; en cada mujer por supuesto; pero entre otras cosas depende de la estación del año que estemos pasando. Hemos querido realizar este matiz porque las que pasan el verano en los meses de 3 a 5, (incluso 6 meses) lo tienen mucho más fácil durante un tiempo. A partir de los 3 meses si ya hace calor cambiamos los pantalones por vestidos, faldas, shorts, es mucho más fácil caber en nuestra propia ropa que es más amplia o menos ceñida en general. Cuando los transitamos en invierno, lo primero que notamos es que es absolutamente incómodo el pantalón vaquero, quizás aguantamos más con un leggin pero en general en invierno escogemos más a la tela abrigada, por lo que con apenas 3 meses ya comenzamos a notar la necesidad del cambio de armario.
La recomendación número 1: No vistas tallas grandes o ropa muy holgada.
Caer en el uso de tallas grandes es un grave error. Sobre todo si hemos pasado por alguna época dónde se notaron los kilos de más y tenemos guardada ropa de una o dos tallas más grandes, lo primero que tendemos a hacer es ir en busca de ellas. ¡Grave error!. Lo único que provocaremos si durante el embarazo nos vestimos con tallas que no son las adecuadas, es que nos vengamos abajo, que nos veamos fatal, que nos sintamos muy mal con nuestro cuerpo. Peor aún es cuando esto pasa recién terminado el primer trimestre. Nosotras sabemos que estamos embarazadas y que la barriga se debe a eso, pero cuando nos vemos en el espejo con esa pequeña barriga que no denota claramente un embarazo y utilizando ropa grande y holgada, el resultado es que nos encontramos con nuestro peor “yo”.
¿Cuáles son las prendas que debemos reemplazar?
Los vaqueros, las prendas más utilizada por cualquier mujer, tienden a resultar insoportables. También es frecuente que nos encontremos con problemas con las camisas y aquí no será sólo responsabilidad de la barriga sino también del crecimiento de los pechos. Y como ya hemos comentado en otro artículo, otro de esos productos que requieren cambio son los sujetadores, pero los omitiremos aquí (leer Sujetadores para amamantar)
Lo primero: Pantalón pre-mamá. Ir a una tienda especializada en busca de pantalones pre mamá que nos gusten, que sean cómodos y que sean de nuestra talla. Es fundamental, entender que la ropa premamá no debe ser de talla más grande. Están diseñadas para que respetando la talla base se ajusten a las diferencias que el cuerpo puede sufrir durante el embarazo. Si nuestra talla de pantalón es una 38 debemos buscar un pantalón premamá 38. La tela será algo más elástica, cederá cuando tenga que ceder, ajustará en la cadera según la talla 38 para que el pantalón no se “escurra” lo que puede ser tremendamente incómodo. La mayoría de los pantalones no llevan botones ni cremalleras sino que son elásticos y ajustan en la cadera y por eso es tan fundamental que no sean grandes. No tendrán posibilidad de llevar cinturón o será meramente estético pero nunca para ajustar. Con ellos notaremos cómo la barriga nos sienta de maravilla y al vernos de cuerpo entero lucirá nuestra figura. El leggin cumplirá la misma función, así que si te gusta vestir leggins habitualmente compra alguno también.
Los shorts o las faldas, el mismo caso que los vaqueros para época de calor. Si nos toca el verano sobre todo a final de embarazo en vez de escoger pantalones vaqueros podemos optar por shorts y faldas.
Respecto a las camisas: Las nuestras como hemos dicho nos ajustarán, si no es en los pechos será pronto en la barriga pero sentir que en cualquier momento un botón saldrá disparado definitivamente no es confortable. Las camisas pre mamá suelen tener botones sólo hasta debajo del pecho y ser más amplias sólo en la parte inferior. De esta manera ceden más y no provocan esa horrible sensación del botón a punto de explotar.
Los vestidos: Nuestros vestidos, como hemos indicado, puede que nos sirvan al principio (fin del primer trimestre, segundo trimestre) pero salvo algunos casos en general tampoco servirán todo el embarazo (muchas veces por la zona del pecho y otras veces porque el diseño no es el ideal para lucir la barriga). Los vestidos premamá tienen diseños que realzan la figura, ceñidos en la parte superior, corte princesa, con capacidad para la barriga pero no excesivamente holgados ni en forma de triángulo. En general los que sientan mejor son los que marcan la barriga para que el resultado sea de una mujer que luce a su bebé y no que se esconde debajo de la tela.
Las Camisetas: Las nuestras probablemente nos queden cortas pronto. A medida que la barriga va creciendo genera el efecto de que la ropa superior suba y que no la cubra completamente. Las camisetas premamá son más largas y en muchos casos tienen un detalle de costura a los laterales (a la altura de media barriga) dónde ayudan a que sea bien amplia en ese lugar pero ceñida en el resto. ¡Eso es lo que buscamos! Es imprescindible que la ropa no nos haga efecto “carpa”.
Por otro lado es cierto, que si en el armario tenemos camisetas más bien largas y sobre todo de algodón o alguna tela elástica como la lycra podemos utilizarlas y sentirnos perfectamente. En general la ropa superior es “más reciclable” durante el embarazo. Los jersey abiertos, los jersey largos, son prendas que podremos ir adaptando…
Aquí la recomendación número 2: No hace falta cambiar todo el armario.
Durante el embarazo tendremos muchos gastos adicionales para preparar la llegada de nuestro bebé. Es cierto que necesitaremos algunas prendas premamá pero no es necesario que compremos un armario completo solo por seis meses. Piensa en tu proyección familiar, es decir, si deseas tener un segundo hijo, pero tampoco confíes 100 % en eso. Puede que tras el primer embarazo tu cuerpo pierda o gane peso de manera que en el segundo o tercero puedes encontrarte con que la ropa que has comprado para el primero no te sienta bien esta vez.
Lo ideal, y aquí la recomendación número 3: Ármate unos cuantos conjuntos mezclando ropa premamá y ropa tuya.
Tras comprar algunos pantalones, escoge alguna camisetas premamá, busca en tu armario otras cuantas, selecciona los jersey que te van perfectamente y aparta los que crees que no te sientan bien. Si te gusta usar vestidos (de invierno o de verano) escoge alguno premamá y busca en tu armario si hay alguno que puede irte bien y con todo prepara, aunque sea mentalmente, los conjuntos.
A partir de ahora, y recomendación número 4: Recuerda que tu barriga debe lucirse no ocultarse.
Esta la mejor forma de sentirse bien, elegante, guapa y orgullosa.